Caja de ébano, cristales esmerilados, cabezas de querubines y abejas (tábanos) en plata repujada y cincelada y cobre dorado

Las reliquias de los santos siempre han representado en el curso de la historia un papel fundamental para la fe y la devoción; la amplia difusión del culto a la Virgen, a los apóstoles y a los santos desarrollada a lo largo de los siglos, tanto a nivel de las iglesias locales como de la devoción privada, produjo también un fenómeno colateral, casi de "recopilación", especialmente por autoridades laicas y exponentes eclesiásticos. La necesidad de una conservación segura de las reliquias y la necesidad de dejarlas visibles para el culto público de los fieles hizo necesaria la dotación de recipientes especiales que, en muchos casos, se convirtieron en auténticas obras maestras de orfebrería. Esta urna relicario, en ébano, cristales tallados, decorada