El retrato, como género pictórico, a menudo tenía la función de celebrar el rango social del sujeto representado. En este lienzo nuestro, una dama, elegantemente vestida, está representada de medio cuerpo en una pose de tres cuartos; el rostro, dirigido hacia el observador, está enmarcado por cabello plateado peinado según la moda de la época y enriquecido con una joya preciosa, un signo evidente de su estatus aristocrático. El fondo oscuro, sobrio y sin elementos decorativos, concentra la atención en el rostro iluminado de la dama y en la elegancia del vestido que luce. La finura del trazo remite a la mano de Giovanni Maria Delle Piane, llamado el Mulinaretto (Génova, 1660 – Monticelli d'Ongina, 1745), famoso retratista de la aristocracia genovesa. Alumno de Giovanni Battista Gaulli, permaneció en Roma hasta 1684, año de su regreso a Génova. Fue muy solicitado por importantes familias como los Doria, los Durazzo y los Farnese; entre sus retratos más famosos se encuentra el del dogo de la República de Génova, Francesco Maria Imperiale, un ejemplo emblemático de la influencia ejercida en su estilo por Hyacinthe Rigaud y otros retratistas franceses. Dimensiones: lienzo 96,5 x 71,5 cm Este retrato no solo celebra el rango y la sofisticación de la dama, sino que también representa un claro testimonio de la sensibilidad artística de Delle Piane, en perfecta sintonía con el gusto aristocrático de su tiempo.